Tomar medidas es un conjunto de actividades relacionadas con el cuestionamiento de algunos de los procesos de transformación urbana implícitos en los conceptos trabajados en la exposición Las tácticas del adversario comisariada por Manuel Segade para Normal.
Se trata de una serie de actividades muy heterogéneas cuyo nexo común es la medición, a través de algún grado de intervención, de condiciones urbanas que consideramos de gran interés para el presente de A Coruña metropolitana, es decir, hablamos de acciones que nos involucrarán directamente en los procesos que nos generan curiosidad y dudas, que nos incumben, y que por lo tanto, exigen nuestro posicionamiento más o menos explícito.
En este sentido, el proyecto es una doble proposición (tomar medidas -medir- para tomar medidas -hacer-) planteada mediante intervenciones en las que trabajaremos, junto a colaboradores y participantes, con diferentes herramientas de medida relacionadas con algunos de los mitos del paradigma científico: haciendo reaccionar a lo medido (trabajo de laboratorio), interactuando con lo medido siguiendo intuiciones e indicios en principio casuales (detective privado), viviendo directamente en lo medido (base científica en un Polo), reconociendo lo medido en un contexto complejo (el explorador por la jungla), etc.
El otro hilo conductor de la propuesta, en este caso en términos contextuales, es el trabajo alrededor de uno de los ejes metropolitanos más transformados en los últimos años en A Coruña (y el que quizás concentre más cualidades y potencial -la avenida de Alfonso Molina tiene otros valores…- para convertirse en un gran eje de urbanidad para la ciudad): el que forma la avenida de Arteixo como conexión entre el primer ensanche urbano, los barrios densificados de la segunda mitad del siglo XX, los primeros polígonos industriales en claro proceso de terciarización, y los nuevos contenedores de ocio y consumo masivo establecidos en los últimos años en el camino hacia los grandes polígonos industriales de Arteixo o el nuevo puerto exterior.
Allí donde administraciones y especuladores sólo ven oportunidad a través de lemas infantiles alrededor de la creatividad, lo ecológico, la innovación o los puestos de trabajo, Tomar medidas propondrá una serie de acercamientos pseudo-científicos a partir de los cuales puedan surgir argumentos apropiables y apropiados, en el sentido de que su condición crítica deje de ser relevante por situarse en un plano virtualmente técnico. Una cuestión que entendemos fundamental para lograr que comuniquen en un doble sentido: abriendo el mensaje hacia la “masa silenciosa” a través de la seducción, y facilitando los momentos de confrontación entre las “militancias marginales” y el devenir convencional de las cosas urbanas.